aún recuerdo tu nombre

Lettera morta es una exposición que se centra en la palabra como un elemento tóxico e hiriente. Con un punto de vista autorreferencial, tomo el auto-boicot como eje a través del cual se articulan las piezas que presento. Para la inauguración decido realizar una performance. La acción es sencilla, beber chupitos con la intención de olvidar a alguien. Tras cada chupito, si aún recuerdo a esa persona lo ratifico diciendo: Aún recuerdo tu nombre. Me interesa comprobar cómo se puede distorsionar fonéticamente la frase según se produce la embriaguez, pero ocurre otra cosa.

Con cada trago los recuerdos no se pierden, justo al contrario, se vuelven más nítidos. En oposición a la creencia popular de que el alcohol ayuda a olvidar, la exposición repetida al etanol aumenta la plasticidad sináptica. Según avanzo la performance y me embriago, más fuerza recobra el recuerdo, produciéndose en mí un colapso emocional. Comienzo a llorar, generando una atmósfera íntima y sombría que el espectador no soporta. Lo vive como una intrusión. Apenas entra en la sala, contempla las otras obras, me mira con disimulo, saliendo del espacio lo antes posible y, en ocasiones, permaneciendo fuera para luego saludarme. La frase se distorsiona, pero no sólo por la bebida, sino por la pena.

Tras 14 chupitos de ron blanco en cuarenta minutos, ya totalmente borracho, comprendo que el ejercicio es inútil. El recuerdo no se disipa y no aguanto más la emoción que me produce no olvidar. Me levanto y me acerco a las personas que han esperado para hablar conmigo. Profesionales y amigos que vuelvo a ver después de dos años de ausencia. Aquí es cuando se manifiesta el segundo acto de la performance, el gran boicot, mi comunicación es deficiente debido al alcohol, no controlo mis actos y al día siguiente no guardo ningún recuerdo.




















aún recuerdo tu nombre
Joaquín Artime © 2016
Performance.
Centro de Artes Plásticas de Las Palmas de Gran Canaria.
Fotografías: Manolo Morales y Joaquín Artime.

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